1. Nos ayuda a recuperar, mantener y aumentar la salud física: disminuirá nuestros niveles de estrés, insomnio o ansiedad al tiempo que liberaremos nuestros músculos agarrotados por nervios o malas posturas.

2. Proporciona equilibrio mental y crecimiento personal. Algo que a mi me parece vital en los tiempos que corren. 

3. Al estar más tranquilos y serenos, ganamos en claridad mental, en tolerancia y en paciencia.

4. Mejora tu autoestima y confianza. Nos ayuda a reducir el egoísmo y los pensamientos y emociones negativas. Desarrolla tu fuerza de voluntad y te permite ser responsable de tu propia vida.

5. Una vez hemos adquirido conocimientos acerca de cómo practicarlo, es una actividad súper cómoda y económica, ya que podremos hacerlo en casa.

6. Mejoraremos nuestra respiración y aprenderemos a controlarla.

7. Mejora problemas de asma, de circulación y sobrepeso.

8. Ganamos en flexibilidad.

9.  Mejora notablemente tu calidad de vida.

10. Mejora tu tono muscular.

11. Mejorar tu postura y equilibrio corporal.

12. El yoga aumenta la conciencia y te ayuda a relativizar.  La práctica del yoga nos permite afrontar las situaciones de la vida, incluso las mayores crisis, con claridad y serenidad. 

13. Duermes mejor.

14. Retrasa el envejecimiento.

15. Reduces el riesgo de padecer pérdida de memoria, obesidad, depresión, ansiedad, hipertensión, dolores musculares, ...

No se puede concebir el YOGA sin la espiritualidad y la conexión cuerpo-mente. No podemos obviar la parte de concentración, conexión y respiración porque si lo dejaramos de lado se convertiría en una mera clase de estiramientos y perdería toda su esencia.




Os dejo con una tabla del SALUDO AL SOL uno de los ejercicios más conocidos y que a mi, particularmente, me gusta mucho porque me ayuda a estirar todo el cuerpo y a controlar muy bien la respiración. Se realiza como calentamiento y preparación para comenzar con las asanas (posturas) de yoga.