4 antibióticos naturales
Hoy en día, podemos recurrir a algunos alimentos o suplementos naturales para estimular nuestras defensas y luchar contra algunas bacterias y gérmenes. Es cierto que los antibióticos químicos han sido un revulsivo en nuestra historia y que muchas enfermedades que en tiempos pasados no podían curarse, se pudieron vencer gracias a ellos.
Sin embargo, en ocasiones se pierde el control y aspectos como la automedicación o la interrupción a antojo de los tratamientos, provocan que las bacterias, en muchos casos, se hagan resistentes a sus efectos teniendo que recurrir cada vez a antibióticos más fuertes. Como en todo, hay que poner cabeza y medida en lo que se decide introducir en nuestro cuerpo.
También es cierto que no se sabe demasiado acerca de las consecuencias a largo plazo del consumo habitual de antibióticos, pero lo que sí sabemos es que muchos de ellos nos pueden ocasionar alergias o disminuir nuestra propias defensas.
Está claro que hay momentos en los que no nos queda otro remedio que recurrir a ellos, pero lo que sí que podemos hacer es tener una pequeña despensa natural en casa a la que recurrir a modo preventivo, es decir, consumir algunos alimentos para evitar o paliar posibles infecciones. Este tipo de alimentos que vamos a ver, llamados “antibióticos naturales”, no son agresivos, los podemos consumir tanto como queramos y fortalecen nuestro organismo.
Hay varios antibióticos naturales pero yo me voy a centrar en 4 que considero imprescindibles:
Quizás uno de los antibióticos naturales más potentes! Es antimicrobiano, fungicida, detoxificador y antioxidante. Posee más de 60 componentes antivirales y bactericidas que además de curar nos van a ayudar a prevenir muchos tipos de infecciones. Lo podemos ingerir (en crudo con un vaso de agua) pero también lo podemos utilizar en superficie para desinfectar y evitar la infección de heridas abiertas.
¡Otro estupendo antibiótico natural! Es rica en vitamina C y también contiene isotiocianatos que son componentes antiinflamatorios. La cebolla es muy útil para tratar cualquier infección de vías respiratorias (conocido es por muchas el remedio de poner una cebolla partida en un platito en la habitación para frenar los episodios de tos). Como en el caso del ajo, la podemos utilizar externamente como desinfectante.
Además del rico aroma que desprende, el romero es rico en Vitamina C, E, hierro y ácido fólico. Tiene más de cuarenta sustancias antibacterianas y más de veinte antivirales. El romero lo podemos consumir en infusión, es cierto que una infusión sola de romero no es lo más agradable del mundo pero lo podemos mezclar con otras hierbas y añadirle un poquito de miel. Este tipo de infusión nos ayudará a combatir gérmenes y bacterias que pueden afectar a nuestro sistema respiratorio o intestinal. Tomada de forma habitual nos ayudará a prevenir muchas infecciones.
También podemos comprar aceite esencial de romero. Lo podemos utilizar mezclando unas gotitas con una aceite base como el de almendras dulces o el de jojoba y aplicarlo sobre la piel. Los aceites esenciales funcionan como tratamiento de aromaterapia, es decir mediante su aroma podemos paliar y mejorar dolencias físicas y emocionales. Una de las propiedades más conocidas del aceite esencial de romero es la relacionada con el aumento de la memoria y la mejora de la concentración. Aplicado en el cuero cabelludo (con aceite de almendras) nos ayudará a tratar la caída el cabello y la dermatitis seborréica.
En alguna ocasión ya he comentado que a la que llega otoño-invierno una de las cosas que no faltan en casa es un combinado que compro en el herbolario de propóleo y echinacea.
El própolis o propóleo es una sustancia que elaboran las abejas con resina vegetal. El própolis se ha utilizado en medicina desde los antiguos egipcios que lo utilizaban para embalsamar momias o los antiguos griegos que lo utilizaban como desinfectante de heridas y antibiótico para abcesos en la piel. Tiene propiedades antisépticas, antibacterianas, antifúngicas, cicatrizantes y antiinflamatorias.
Es un gran aliado para aliviar y ayudar a tratar problemas bucales y de garganta. Si además lo compramos mezclado con echinacea tendremos un perfecto remedio para aumentar nuestras defensas y evitar así resfriados indeseados en los meses más fríos del año.
Espero que os haya resultado interesante! ¿Soléis recurrir a remedios naturales o caseros para prevenir pequeñas enfermedades y reforzar vuestro sistema inmunitario?
Hola Laura!!
Lo del ajo y la cebolla,lo conocía,pero del resto ni idea!!
Siempre ayudando a estar mas sanas y bellas!!
Gracias!
Muchas gracias Inés como siempre por tus comentarios!
Un gran abrazo,
Laura
Laura, qué buenos consejos! El própolis es genial como protección para el culito d los bebés. Es milagroso!
Muchas gracias Anna!!
Y mil gracias por tu aportación extra sobre el propolis, seguro que a muchas les va bien saberlo!
Un besito enorme,
Laura
Chiqui! Información muy útil como siempre! Soy fan de estos remedios y pongo en práctica algunos de ellos. No conocía lo q comenta Anna sobre el uso del própolis para el culito irritado dl bebé, en q formato Anna? Lo venden en pomada? Gracias chicas!
Muaaaa
Muchas gracias Vanessa!
Muchas veces tenemos más cerca de lo que pensamos excelentes remedios: sanos, económicos y eficaces.
Mil gracias por tus aportaciones!!
Un besito enorme!!
Laura
Hola Laura; añadiría un quinto elemento, si me lo permites, el aloe vera. Tanto a nivel tópico, como ingerido es buenísimo para la salud.
Para la piel tanto sana, como si tienes eccema, quemaduras,irritaciones (de bebés también), picaduras de insecto…. Y bebido, para la salud del sistema digestivo, hernias, úlceras, colitis…
Lo peor, su olor y si sabor, pero merece la pena hacer el esfuerzo.
Besos como quesos
Totalmente de acuerdo contigo Maite!
De hecho hay muchos más productos vegetales que nos aportan multitud de beneficios así que creo que tendré que hacer una segunda entrega 🙂 Muchísimas gracias por tu interesante aportación sobre el Aloe Vera!
Un gran abrazo,
Laura
el ajo y la cebolla lo han sido de siempre..
El ajo y la cebolla lo utilizo en la cocina prácticamente para todas las recetas. Tengo la suerte de no tener tendencia a tener catarros.