A Myriam, mi esteticista en Valle Morilla, la conocí hace ya unos cuatro años y desde entonces nuestra relación ha ido afianzándose cada vez más. Cuando voy a verla no paramos de hablar de muchas cosas interesantes: Belleza, Bienestar, Alimentación … porque para ella, como para mi, la Belleza es un cúmulo de diversos campos. La cuestión es que hace un tiempo estuvimos hablando a fondo sobre el tema de los solares y le comenté si le parecía bien que le hiciese una pequeña entrevista acerca de este tema para publicarla en My Wellness Lab y me dijo que le parecía muy buena idea, así que aquí os la traigo hoy!! Creo que la información os puede resultar interesante y os puede servir a la hora de escoger un protector solar adecuado. Espero que os guste!

El UVB es el rayo más intenso y más peligroso ya que recibimos de ellos una concentración muy alta, este es el principal causante del eritema solar, alergias y algunos de los cánceres relacionados con la exposición solar. Los UVB son los que estimulan la melanina (ya que está en la protección natural de nuestro cuerpo).

El UVA es de menor intensidad y poseen mayor longitud de onda, por lo que penetran mucho más en la piel. Estos rayos no queman pero son los responsables del foto envejecimiento.

Yo creo que porque no tenemos conciencia bajo el sol. El sol de forma moderada, es beneficioso para el organismo, tiene la capacidad de estimular el metabolismo celular, genera serotonina (antidepresivo natural) y melatonina (antioxidante natural) aporta energía a las células, y sintetiza la vitamina D. Sin embargo, tomado en exceso ya sabemos lo que nos provoca: quemaduras, fotoenvejecimiento, aumento de los radicales libres, manchas, canceres de piel …

Sobre la pregunta de si quizás sobreprotegemos la piel, es verdad que a veces sí que lo hacemos, pero por falta de información. Lógicamente no tenemos que protegernos la piel de igual forma en la ciudad que en la playa, ya que no hay la misma radiación, ni la misma exposición solar. Por lo tanto, escogeremos una protección más suave cuando estamos paseando por nuestra ciudad  o yendo a trabajar. Y también depende de las estaciones, en invierno los ultravioletas B no llegan a la tierra, por lo tanto, no hay que estar igual de protegidos en verano que en invierno.

No. La nutricosmética es un complemento. Nunca es excluyente de la fotoprotección. La nutricosmética estimula el bronceado y las defensas naturales pero no es sustitutiva de las cremas de protección solar.

Pues sí la verdad es que la gente, en general, no le da mucha importancia a la compra de fotoprotectores. Muchas veces una persona que  tiene la piel estupenda durante todo el año, acaba estropeándosela en verano por no utilizar un fotoprotector adecuado.

A veces hay confusión acerca de los filtros que tienen los fotoprotectores para protegernos de las radiaciones y es un aspecto clave a la hora de comprar un producto solar de estas características. Principalmente hay dos tipos de filtro:

Los filtros físicos o pantallas minerales: Son los que más radiación frenan ya que actúan como una especie de pantalla que desvía, refleja y dispersa la radiación solar. Los filtros físicos son más densos y, por lo tanto, estarían más indicados para pieles normales o secas. Son los filtros ideales para pieles sensibles, con alergias, para los niños … Las sustancias que contienen los protectores solares físicos son minerales y menos perjudiciales que los filtros químicos. Los “peros” de estos filtros frente a los químicos es que las texturas son más blancas y compactas y tenemos que repetir la aplicación más a menudo. Cuando hablamos de protección total, estamos hablando de este tipo de filtros.

Los filtros químicos actúan absorbiendo selectivamente los fotones de energía ultravioleta y transformándolos en radiaciones de diferente longitud de onda. Los más empleados son los paraaminobenzoatos (PABA) y sus derivados (cinamatos, oxibenzonas). Los filtros químicos están más indicados para pieles grasas, ya que son más fluidos. Estos filtros no son recomendables para pieles sensibles, con alergias, y no se recomiendan para menores de 2 años.

Así que si tienes la piel sensible, eres extremadamente blanca, reactiva o lo que quieres es una protección inmediata el que te conviene es el filtro físico o mineral.

De todos modos hoy en día hay muchas texturas diferentes para todos los tipos de piel tanto en los filtros físicos como químicos.

Siempre recomiendo tomar durante el verano nutricosméticos de betacarotenos, ya que nos van a ayudar a estimular el bronceado, y conseguiremos una óptima protección para la piel frente al daño producido por el exceso de los radicales libres, provocado por los rayos ultravioleta.

También creo que lo ideal es, antes del verano y una vez finalizado, realizarse en el centro de belleza un buen tratamiento de exfoliación e hidratación (digo en el centro de belleza, ya que una persona sola, no ejerce la misma presión en la exfoliación, ni llega a determinadas partes del cuerpo). Con el peeling vamos a evitar un engrosamiento de la piel y con  la hidratación evitaremos la capacidad de evaporación espontánea de la piel, es decir limitando su desecación. Los factores hidratantes de las cremas producen un sellado de la superficie cutánea que hace que el agua de los tejidos se mantenga “retenida” dentro de la piel.

El sol, la sal y el cloro son altamente secantes para la piel, por eso es muy importante usar cremas muy hidratantes en verano.

Y una vez finalizado el verano es necesario volver a hacer una exfoliación con hidratación, para regenerar la piel después de tanto exceso.

Me ha encantado la conversación que tuve con Myriam, creo que, dentro de la complejidad del tema, lo explicó francamente bien y de una manera entendible para todas! Gracias Myriam! Espero que os haya resultado tan interesante como a mi.